Viento es el nombre del ángel de la guarda de David, invidente desde los 7 años. Es amable, simpático, cariñoso y un poco comilón, siempre que lleve su arnés, Viento, está trabajando.
Ya peina canás y en sus ojos quizá pesan esos 9 años de trabajo. David y Viento viven más de 7 años juntos. "No es fácil tener acceso a un perro guía, debes someterte a numerosos exámenes psicológicos y test personales para ser considerado apto para ellos", asegura David y añade: "¡Lleva mi vida en sus manos!"
El adiestramiento de un perro guía puede rondar los 35.000 euros y la lista de espera ronda los cuatro años.
Cada dos meses Viento tiene que pasar la 'ITV'
Un perro guía debe someterse a cuidados veterinarios específicos. La fundación ONCE establece pautas determinadas para el tratamiento de estos perros guía, tales como análisis completos anuales y analíticas de enfermedades infecciosas semestrales (leishmaniosis, borrelia y erliquia).
El perro guía no sabe si el semáforo está verde
El propietario del perro guía tiene que darle la orden de cruzar, y éste cruzará según su instinto de supervivencia. "Las veces que me he pegado algún tortazo ha sido por no hacerle caso", bromea David.

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